Ingredientes
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1 bote (390 g aprox.) de Alcachofas al natural Conservas Adolfo Sádaba
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200 g de habitas tiernas (frescas o congeladas)
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1 cebolla morada pequeña
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1 limón (su zumo y un poco de ralladura)
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1 diente de ajo
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6 hojas de menta fresca
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3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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Sal y pimienta negra recién molida al gusto
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(Opcional) 30 g de virutas de jamón o queso curado para decorar
PASO A PASO
1. Preparar las alcachofas Sádaba
Escurre las alcachofas al natural de Conservas Adolfo Sádaba y córtalas por la mitad o en cuartos, según su tamaño.
Su textura tierna y su sabor equilibrado —ni ácido ni salado— hacen que sean perfectas para integrarse en platos templados sin necesidad de cocción adicional.
Colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de líquido antes de saltearlas ligeramente.
2. Cocinar las habitas tiernas
Si las habitas son frescas, cuécelas en agua hirviendo con sal durante 4-5 minutos.
Si son congeladas, bastará con 3 minutos para mantener su textura firme y su color verde intenso.
Escúrrelas y pásalas a un bol con agua fría para detener la cocción y conservar su frescura.
3. Saltear los ingredientes
En una sartén amplia, añade un chorrito de aceite de oliva y un diente de ajo laminado.
Cuando empiece a dorarse, incorpora las alcachofas escurridas y saltéalas durante 2-3 minutos hasta que se calienten y adquieran un leve tono dorado.
A continuación, añade las habitas y mezcla suavemente para que no se rompan.
Retira del fuego y deja templar ligeramente antes de montar la ensalada.
4. Preparar la vinagreta de limón y menta
En un cuenco, mezcla:
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El zumo de medio limón
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3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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Un poco de ralladura de limón
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Sal y pimienta al gusto
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Las hojas de menta fresca picadas muy finas
Emulsiona con un tenedor o batidor pequeño hasta obtener una vinagreta homogénea, aromática y brillante.
5. Montar la ensalada
En un plato grande o fuente, distribuye las alcachofas y las habitas aún templadas.
Añade la cebolla morada cortada en juliana fina y riega con la vinagreta de limón y menta.
Mezcla con suavidad para que se impregnen todos los sabores.
Si lo deseas, puedes coronar con virutas de jamón crujiente o lascas de queso curado, que aportarán contraste y profundidad al conjunto.
